Rocha publica su Programa de Reducción de Gasto y Ahorro Gubernamental
* Con ello, da cumplimiento a su compromiso de encabezar una administración austera y un manejo responsable de los recursos públicos
Culiacán, Sinaloa, a 1 de febrero de 2022.- A partir de este miércoles entra en vigor el Programa de Reducción de Gasto y Ahorro del Gobierno del Estado de Sinaloa, propuesto por el gobernador Rubén Rocha Moya, mediante el cual se pretende llevar a cabo una administración responsable y austera, donde no tenga cabida el derroche de recursos, sino al contrario, una racionalidad que permita combatir la desigualad social a través de una aplicación de los recursos públicos en beneficio del bien colectivo y principalmente de las personas más desfavorecidas.
Con la publicación este martes de dicho Programa de Reducción de Gasto y Ahorro, en el Periódico Oficial “El Estado de Sinaloa”, se posibilita que al día siguiente inicie su vigencia, es decir, este miércoles, ordenamiento aplicable para todas las dependencias y entidades de la administración pública estatal, para que administren con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez los recursos económicos, teniendo su base en la Ley de Austeridad para el Estado de Sinaloa.
Cabe destacar que uno de los principales compromisos del gobernador Rocha es ejercer los recursos públicos en beneficio del bien colectivo y principalmente de las personas más desfavorecidas, y para lo anterior, es necesario generar economías a través de programas y acciones de ahorro y austeridad en el gasto público, los cuales permitan reorientar los presupuestos generados a programas de alto impacto social y económico.
Entre las disposiciones del Programa se encuentran la implementación de medidas de reducción y ahorro, particularmente en los rubros de servicio telefónico, consumo de electricidad, agua potable y combustibles, servicios de internet, fotocopiado, papelería, materiales y suministros en general.
Además, no se crearán nuevas plazas de estructura de mandos medios y superiores ni de los niveles homólogos a éstos, que no sean estrictamente necesarios para el funcionamiento eficiente de las dependencias o entidades públicas.