diciembre 4, 2024

Plan Estatal del Desarrollo 2022-2027

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Primer Eje estratégico Bienestar Social Sostenible

*Del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027 del gobernador Rubén Rocha Moya

En el eje estratégico de Bienestar Social Sostenible se contienen las directrices para combatir la pobreza y la marginación y los problemas que éstas traen consigo. Se plasma en educación un espacio apropiado para desarrollar capacidades humanas productivas, sociales y creativas, acorde con las directrices de la Nueva Escuela Mexicana.

La salud, como un aspecto fundamental para mantener sana a la población, atender sus principales padecimientos y enfermedades y garantizar las condiciones sociales para un crecimiento y bienestar continuo, y la existencia de espacios públicos dignos, apropiados y libres de polución, acorde a los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2019–2024 y la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para brindar esparcimiento y diversión sana a los diferentes segmentos de la población.

La mujer será visibilizada como factor transcendental en el desarrollo de la sociedad actual con la asignación de responsabilidades que la convierten en dirigente, como una forma justa de valorar su participación en los procesos que nos conforman como sociedad, en una perspectiva de género e igualdad sustantiva. La familia se abordará como el sujeto complejo que es, incluyendo atención a individuos con capacidades diferentes, sin distinciones ni discriminación, y bajo un régimen de atención especial.

Las expresiones culturales, que brotan del enriquecimiento individual de las personas y contribuyen a él, serán fomentadas para formar públicos nuevos y configurar una oferta cultural para el esparcimiento incluyente que produzca el alejamiento de actividades menos edificantes.

El deporte, a su vez, contribuirá a una vida saludable, a la conservación del potencial humano, la realización del individuo, la cohesión familiar e integración social que favorecen el desarrollo de la población, con la creación de hábitos saludables, colocando en el centro la convivencia familiar con actividades de trabajo en equipo y el fomento del liderazgo y la competitividad.

Para conseguir estos resultados, serán aplicadas políticas públicas diseñadas ex profeso. En ellas convergen la experiencia de los servidores públicos, la orientación de las consultas ciudadanas y la participación de quienes, en general, aspiran a un Sinaloa diferente.

Desde una posición progresista, la administración pública en el tema de bienestar social se orientará a cumplir con las peticiones más sentidas del interés general de todos los integrantes de la sociedad sinaloense. Nuestra apuesta es forjar instituciones que puedan corregir las injusticias de una visión del desarrollo orientada a privilegiar el mercado.

Para lograr lo anterior, es imprescindible que sea eficaz, eficiente y disciplinada. En este tenor, sus funciones estarán orientadas a lograr una administración moderna, con la implantación de la tecnología más vanguardista, para agilizar la prestación de los servicios públicos, al variado conjunto de pobladores de Sinaloa.

Como lo asentamos en uno de nuestros principios, el objetivo central de la política pública que desarrollemos será generar bienestar para la población. Seremos perseverantes en gobernar con equilibrio fiscal, impulsaremos la creación de empleos de calidad, con todas las prestaciones de Ley, bien remunerados.

Segundo Eje Estratégico Desarrollo Económico

*Del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027 del gobernador Rubén Rocha Moya

Sinaloa, en lo que va del presente siglo (2000–2020), ha registrado un crecimiento económico muy débil, de sólo 1.7% promedio anual, muy similar al promedio nacional. Para potenciar este crecimiento, en los próximos años habremos de sumar esfuerzos coordinados con el gobierno federal, los municipios, el sector privado, las instituciones educativas y los agrupamientos diversos de trabajadores.

El entorno y las condiciones para el crecimiento económico en Sinaloa son muy alentadoras. Desde el gobierno federal y local, se están generando políticas públicas de carácter social que están mejorando el nivel de ingreso de los que menos tienen, se le está dando poder de consumo a aquéllos que antes no lo tenían.

Los casi 1,200 millones de dólares anuales que envían a sus familiares los migrantes sinaloenses que laboran en Estados Unidos, están expandiendo el mercado interno. Estos factores, facilitarán el crecimiento de la inversión y el mejoramiento del nivel de vida de las familias sinaloenses.

Aparejado a lo anterior, el gobierno federal está realizando grandes inversiones en infraestructura hidroagrícola que permitirá asegurar la disposición de agua para el crecimiento urbano de Mazatlán y el habilitamiento de más de 50 mil hectáreas para riego en el sur del estado.

Está invirtiendo en la conexión con los estados de Durango y Chihuahua para facilitar el intercambio y la movilidad de bienes y personas; con ello pasaremos a conformar un mercado más amplio que el tradicionalmente local. De un universo de 3 millones de consumidoras y consumidores, pasaremos a formar parte de un mercado de 8.6 millones.

El acondicionamiento, ampliación y equipamiento de los puertos de Mazatlán y Topolobampo, servirá para detonar el desarrollo industrial de Sinaloa. El reto, es mejorar la infraestructura y el equipamiento de logística para la movilidad de mercancías, que facilite y reduzca los costos de traslado de la producción de bienes que hay que dirigir a los mercados más importantes del país y el extranjero.

Habremos de trabajar para que en los próximos años, Sinaloa emprenda el tránsito hacia un desarrollo sostenido y dinámico, liderado por una industria manufacturera competitiva, basada en la tecnología y la innovación.

El desarrollo de la industria manufacturera, deberá ser factor determinante para que las y los jóvenes sinaloenses, egresados de las instituciones educativas, se arraiguen en nuestro estado, cuenten con empleo de calidad y bien remunerado, que evite que emigren a otras entidades del país o al mercado laboral de Estados Unidos. Sinaloa debe dejar de ser el referente de la más baja remuneración formal de sus trabajadoras y trabajadores.

Nos proponemos que la base del potencial de crecimiento y mejora de la rentabilidad de las actividades que integran el sector primario, se sustente en el cuidado del medio ambiente, la inocuidad y en la reducción de la dependencia de tecnología importada, adquirida a trasnacionales cuyas elevadas utilidades, son trasladadas a la matriz de su país de origen.

Habremos de activar los sistemas de investigación que hoy tenemos para que generen paquetes tecnológicos, en insumos y tecnología, como en esquemas de organización y capacitación a las productoras y los productores en el manejo de procesos de producción que son altamente respetuosos del medio ambiente.

Un cambio fundamental en el tratamiento de la problemática que tiene que ver con la rentabilidad de las actividades primarias, será reducir sus costos de producción; con ello se harán menos dependientes de subsidios o apoyos de los gobiernos estatal y federal.

El diseño de esquemas de financiamiento menos costosos y más expeditos, deberá favorecer las condiciones para que el pequeño productor se aboque en trabajar su propia parcela. Por su gran presencia en la estructura económica del estado y en el empleo, las diversas actividades que conforman el sector servicios, particularmente el comercio y turismo, habrá de tener las condiciones favorables para seguir desplegando su enorme potencial de crecimiento.

Para mejorar la actividad turística, se trabajará en la conformación de proyectos turísticos regionales, ampliar la conectividad aérea, la logística del transporte marítimo, terrestre y ferroviario, con el fin de aumentar el flujo turístico. Los Pueblos Mágicos y Señoriales de Sinaloa, habrán de recibir atención especial.

Tercer Eje Estratégico Gobierno Democrático, Promotor de Paz, Seguridad, Ética y Eficiencia

*Del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027 del gobernador Rubén Rocha Moya

El mandato que recibimos de los ciudadanos en el proceso comicial de junio de 2021 es absolutamente claro: Sinaloa exige un genuino gobierno democrático para avanzar en la construcción de la paz que requieren las familias, donde se hagan valer las garantías de seguridad para la vida, los bienes y los derechos de los hombres y mujeres de la entidad.

Un gobierno que reivindique una nueva ética pública, donde predominen la honestidad, la eficiencia y la convicción de la responsabilidad en el servicio público. La ciudadanía expresó en la elección, su avidez de contar con gobernantes cuyos actos y palabras no anulen la congruencia y que no hagan del servicio público una condición de privilegio.

Vamos a trabajar por esto. Por un ejercicio de gobierno austero y eficiente, de apego irrestricto a los principios de legalidad, transparente y cuya gestión se oriente a lograr el bienestar de los ciudadanos.

La primera tarea para encaminarnos al logro de esos objetivos, es darle un renovado sentido a la función pública, propiciando la regeneración ética de las instituciones de gobierno y combatiendo la corrupción, la ineficiencia y la falta de empatía con los problemas cotidianos de los ciudadanos.

La democracia es una obra colectiva, ordinariamente recreada mediante comportamientos cívicos y decisiones de gobierno, con una sociedad civil vigilante y servidores públicos que rindan cuentas y ofrezcan servicios de calidad a la ciudadanía, todos en el marco del Estado de Derecho.

El desarrollo democrático, presupone un diálogo constante y múltiple entre el gobierno, las instituciones, los organismos políticos y sociales y la ciudadanía. Por ello, nos decidimos por la libre interlocución con todos los actores y sectores, pero también, y sobre todo, por escuchar la voz del ciudadano común.

Queremos un Sinaloa con paz, y sabemos que la paz, sólo puede ser fruto de la justicia. Nace del respeto profundo de la vida y los derechos de los otros, se afinca en los valores de respeto, trabajo y solidaridad, que deben transmitirse en la familia, la escuela y las instituciones públicas.

Si la paz exige justicia como condición, la justicia necesita de la seguridad, y ésta sólo es posible con instituciones sólidas, que cuenten con la confianza de la ciudadanía por su apego irrestricto al Estado de derecho.

La legitimidad y eficacia de las instituciones deriva de su apego a la legalidad y a una ética pública escrutable por los medios y las y los ciudadanos.

Por ello, aquí mismo establecemos el compromiso –la política pública– de ejercer un gobierno abierto, legal y moralmente comprometido con la transparencia y la rendición de cuentas, y de convocatoria constante a la participación ciudadana.

Congruentes con esta definición, nos proponemos también fortalecer y dotar de la mayor eficacia la política de controles internos y de fiscalización del uso de los recursos públicos. La opacidad es un lastre para la democracia que no debemos seguir cargando.

El reto de la seguridad es mayúsculo y es la principal exigencia ciudadana. Es, además, la obligación primordial del Estado. Así lo entendemos y lo asumimos como gobierno. Para conquistar la paz, es necesario crear las acciones que la propician, al tiempo que, con una visión de largo aliento, reformemos y fortalecemos nuestras instituciones y estrategias de seguridad.

Con esta visión de futuro, daremos el mayor impulso y apoyos posibles para consolidar en breve tiempo la Universidad de la Policía, iniciativa de valor estratégico en materia de seguridad para Sinaloa.

Igualmente relevante, es adaptar la función del gobierno a las realidades de la sociedad digital y del conocimiento. La transformación y el bienestar que deseamos para Sinaloa, no es viable sin incorporar a la acción institucional del Estado las tecnologías de la comunicación y de la interacción digital.

Por ello, para fortalecer la relación del gobierno estatal con su entorno, aspiramos a un uso eficiente de los medios digitales y la tecnología innovadora, a mejorar la gestión pública y nuestras capacidades competitivas.

El cambio político en México, tuvo su mayor impulso en el rechazo ciudadano a la corrupción y al manejo discrecional e irresponsable de la hacienda pública.

Por eso tendremos un ejercicio responsable del uso de los recursos públicos que son de los ciudadanos.

Además, vamos a mejorar los ingresos del estado por la vía de una recaudación más eficiente, un gasto público ordenado y con sentido social, sin deudas que hipotequen las finanzas estatales y potenciando la inversión y el desarrollo productivo de la entidad.

La Transformación de Sinaloa y la construcción de un Estado de Bienestar, ha iniciado por decisión de sus ciudadanos.