noviembre 22, 2024

Los hilos del poder Cuauhtémoc Ramos Escobar PEÑA NIETO PRESIDENTE

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Mazatlán,Sinaloa 16 de Abril.- Vale la pena decir y hablar, porque  viene a colación: no se hagan bolas, el que va a ser presidente es Enrique Peña Nieto. Parafraseando a Salinas cuando Colosio fue candidato.

 Pero lo anterior no es un invento, es un dicho común y generalizado en México. La gente lo dice. La gente lo repite.

 Las predicciones apuntan, además, hacia él y a su triunfo, y la mayoría del pueblo mexicano lo considera así: Peña Nieto Presidente.

 Pero antes, Enrique tendrá que pasar por una serie de pruebas y resistir los obuses que le lance la muy chévere Josefina, panista de escasas luces y menos sólidos efectos de la política nacional, que fue habilitada por el PAN.

 Es obvio, Peña Nieto tendrá que enfrentar esas pruebas, pero las pasará, porque  se preparó para los retos de Josefina la panista y del zurdo López Obrador.

 No son los partidos que se le oponen, menos sus adversarios los que habrán de dejarlo en un  camino inconcluso que empezó y va a terminar. Va por la presidencia y va a llegar, la va a ganar porque a diferencia de sus adversarios tiene mejores arrestos.

 Y ante la plena convicción de sus simpatizantes, poco se puede decir que no sea otra cosa que presidente. Peña Nieto lo será. Va a ser presidente.

 A esto se le suma un nuevo argumento, como muchos más, de nuestro entorno político.

 Las confirmaciones… 

 Una nueva encuesta nacional en vivienda de la agencia Parametría, que se publica en El Sol de Mazatlán ayer, revela que el candidato del PRI y del Verde Ecologista, Enrique Peña Nieto, “se mantiene a la cabeza en la preferencia electoral con 51 por ciento”. Hasta ahora muy distante de sus adversarios.

 En el estudio de Parametría se aprecia también la reducción de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, frente a Andrés Manuel López Obrador. Los números hablan: Josefina aparece con 25 puntos y Andrés Manuel con 23. Se igualaron en un evidente empate ambos candidatos.

 Si Andrés Manuel, contaba 19 y aumentó a 23 puntos en los últimos días, Josefina que iba en segundo lugar se redujo de 28 a 25 puntos. La diferencia entre AMLO y la panista es de 2 unidades, pero en el porcentaje, Peña Nieto conserva el 51 porciento, más de 20 puntos sobre sus dos adversarios.

 Lo que influyó en contra de Josefina fueron los errores cometidos en campaña, y se advirtió que iban a tener un costo para la candidata del PAN.

 Pese a los ajustes recientes en su equipo de colaboradores, la panista, no sólo pudo no conservarse en su anterior nivel, sino disminuyó su posición de puntuación.

 Al darse cuenta que no pueden crecer y Peña Nieto les resulta inalcanzable, el PAN recurre a sus antiguas prácticas del recurso de la guerra sucia (con hediondas  catapultas de lodo), como las que las que utilizaron en contra de Andrés Manuel López Obrador en el 2006 para favorecer a Felipe Calderón.

La guerra sucia panista está puesta en marcha y la llevan a los electores por diferentes vías, sobre todo en internet. Su propósito es la destrucción del candidato Peña Nieto.

 Sin embargo, esto se ve como una acción desesperada de los panistas,  que no levantan ni acuerpan a su candidata, porque en casi tres semanas de campaña, no repuntan y lo peor es que van a la deriva.

 Los efectos de la guerra sucia…

 La guerra sucia es una práctica común dentro del PAN, utilizada, inclusive, en contra de sus propios militantes. Aquí tenemos la experiencia, como fue el caso último de Alejandro Higuera, que inhabilitaron por segunda ocasión para que no fuera candidato a Senador, pese a tener mejor perfil que Francisco Salvador López Brito y Adolfo Rojo Montoya, ambos tan descoloridos que ni siquiera pintan.

 Ese error el PAN lo va a pagar en poco tiempo, como pagó con las derrotas de las candidaturas de diputados federales, en los distritos 06 y 08 en la elección del 2009, que al parecer, en aquella decisión de Germán Martínez, el castigo de Higuera, al PAN no le sirvió de experiencia.    

 Veredes pues… cosas veredes.