noviembre 14, 2024

LA SUCESIÓN: LOS TIEMPOS DE OSORIO CHONG

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Que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pueda alcanzar la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, es un hecho probable y ser real, porque a estas alturas las encuestas sobre el caso elevan sus posibilidades.

Osorio es responsable de la política interior en el país en el gobierno federal actual y sus preferencias sobrepasan en número y porcentajes al resto de los que se mueven en torno a la influencia presidencial, y lógico, por la importancia del cargo de ser el jefe del gabinete y número dos del poder.
Como jefe del gabinete y responsable de la política interior, Osorio Chong no las tuvo todas consigo porque durante muchos meses, enfrentó la tormenta por los casos y los hechos de violencia en los estados de Michoacán y Guerrero y el de la desaparición no resuelta de los estudiantes de Ayotzinapa.
Hace apenas unos meses Osorio no estaba en circunstancias de crecimiento porque los reflectores aluzaban a otras figuras en el entorno del presidente Enrique Peña Nieto, pero los acontecimientos que no terminan y han cimbrado a su gobierno, contribuyeron a sacar del plano presidencial futuro… a varios.
Aurelio Nuño -el novel secretario de la SEP- fue el primer desfasado del grupo cercano a Peña en calidad de presidenciable, Nuño no ha podido con el tercio de su encomienda y sucumbió ante los conflictos y efectos con el magisterio sobre la Reforma Educativa.
La secuela que dejó la carrera de Peña Nieto en su ascenso a la Presidencia, y antes como mandatario del Estado de México, por inercia posiciona al actual gobernador Eruviel Ávila en el campo de los probables; pero su mención es circunstancial más que de fuerza.
Se pondera la labor del mandatario mexiquense pero no con los niveles requeridos para la candidatura priísta al gobierno mexicano y, como finalista en su gobierno estatal, el brillo de su obra no trasciende a nivel nacional y menos en la estima para el manejo del país en el ámbito político.
Es bueno Eruviel pero no extraordinario como gobernante.
Considerando a un José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, como a su habilitado sucesor en Sedesol, Luis Enrique Miranda, ambos no alcanzan tampoco que los dinteles de la gloria se abran con posibilidades de adentrarse en el juego de la sucesión que el presidente Peña comenzó a urdir.
Videgaray el bueno.
Un año atrás lo inocultable eran las preferencia sentidas, que el Presidente le dispensaba al consejero y amigo entrañable Luis Videgaray Caso, a quien se le llegó a estimar con rango de “vicepresidente” en el Gabinete, más que como Secretario de Hacienda, por eso Videgaray era el favorito.
Muy a pesar de que se registró el escándalo de las dos inocultables casas: “la blanca” de Angélica Rivera y Peña Nieto, y la de Malinalco de Luis Videgaray, él siguió en la cima y a una distancia muy superior y al margen del resto de los prospectos a la sucesión.
Como Secretario de Hacienda Videgaray estuvo en la cumbre, se sentía por encima de los demás incluyendo al titular de Gobernación. Miraba en descenso al resto y por ser nada próximos en su condición de inalcanzable.
Se recuerda que a Osorio le tocó ser víctima de la peor burla sangrienta de malquerientes del equipo de Videgaray, sucedida en los funerales de la esposa del senador Emilio Gamboa, y por no estar en el grupo del primer nivel en la guardia del féretro, que el presidente Peña Nieto encabezó: “lo sacaron”, se dijo.
¿Los tiempos se habían acabado para el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como se dijo la noche del duelo, del Senador Gamboa, por la muerte de su esposa? Eso fue lo menos que se dijo en el velorio, y se divirtieron al señalar a Osorio cuesta abajo, viéndolo rodar, supuestamente, por la pendiente interminable.
¿Y ahora?
Las cosas cambiaron, Videgaray se desempeña en otro ámbito con diferente rumbo y con precisiones de riesgo muy específicas, enfrentando las blasfemias y los exabruptos de Donald Trump contra México y… con la desesperación de “desfacer los entuertos”.
Veredes pues… cosas veredes.

 

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