EL SALARIO MÍNIMO EN MÉXICO TENDRIA QUE SER SUPERIOR A LOS 200 PESOS, AFIRMÓ LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS SALARIOS MÍNIMOS (CONASAMI)
“El elemento sustantivo que debe fundamentar el incremento salarial es el aumento de productividad”, expuso el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) durante el Encuentro de Especialistas sobre Salario Mínimo.
Esta aseveración condicionada al incremento de la productividad por hombre ocupado de la Conasami se apoya en que el salario mínimo ha perdido más de un 70 por ciento de su valor adquisitivo en los últimos 40 años, lo cual es muy cierto, pero aún así se sitúa en este año en 83.04 pesos, homologado para todo México…..Pero, pero.
¿Acaso para subir el salario mínimo es necesario aumentar la productividad por hombre ocupado a más de 6 u 8 horas diarias? O ¿Conasami se referirá a la productividad de la empresa y que valgan más los productos que crea el trabajador junto con la automatización y la competitividad en el mercado de esos productos?. Si, el trabajador nada tiene que ver ni con el valor ni con la venta de los productos. Si así fuera, entonces sería “humanamente imposible” que un trabajador pueda acceder a la Canasta Obrera Indispensable (COI), aquella que contempla alimentos y servicios, ya que para ello, tendría que laborar en jornadas de 51 horas con 44 minutos, tal como lo dió a conocer una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Si el trabajador alcanza a producir una unidad de producto en ejemplo una tonelada en una jornada reglamentaria de trabajo y en el mercado vale mas o menos, cerca o lejos del punto de equilibrio de la empresa que lo empleó, no es culpa del obrero o del campesino según se trate, porque la productividad del trabajador dependerá básicamente de su destreza, de su capacitación y de incentivos para el incremento de su rendimiento. Otra cosa es el rendimiento del equipo, de los instrumentos de trabajo, de la automatización cuya responsabilidad recae en el empresario.
Ahora bien, la productividad económica, dependerá del nivel del mercado del producto de que se trate, de la competitividad y de la ganancia o utilidad por unidad de producción. De todo esto distinguido Basilio Gonzalez Núñez, Presidente de la CONASAMI, el trabajador es ajeno a que, con su salario mínimo pueda acceder a una canasta básica alimentaria y la responsabiliadad conjunta del nivel de los salarios mínimos, es competencia sectorial de los representantes en esa comisión -cada quién en su lugar de orígen. Si, de los empresarios, de los representantes de los trabajadores e importantemente del gobierno para definir, regular y fomentar con políticas públicas los niveles mínimos de salarios en el País
Sin embargo, en el país se da el llamado “efecto faro” sigue diciendo CONASAMI en donde “el incremento al salario es referencia para fijar otros salarios, hecho que se conoce como ‘efecto faro’, así por usos y costumbres se fijan los salarios”, declaró en el evento organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Respecto a la reforma constitucional sobre la desvinculación del salario mínimo al pago de multas, el titular de la Conasami afirmó que no será una solución mágica.
“La magia en materia salarial no existe, más que en la cabeza de quienes la piensan. Desgraciadamente nos enfrentamos al uso del salario mínimo no para lo que constitucionalmente fue creado, sino para más allá de ello”, dijo.
La magia, con todo respeto presidente de la CONASAMI Basilio González, la está practicando el gobierno con el el aplauso del sector privado y la confabulación de los lideres(?) de los trabajadores, porque el nivel de los 73.04 “bilimbiques” de salario mínimo (perdón ahora ya son 83.04 devaluados pesitos) no solo es una burla para la dignidad de los trabajadores, sino que es una de las causas fundamentales de que el mercado interno de la economía o sea la capacidad de compra del mexicano sea de las más “pírricas ” en el mundo y que verdaderamente sea un faro, un referente ¿para qué Don Basilio? para que las corporaciones privadas, incluyendo las transnacionales usen como referencia esos salarios para fijar los suyos que también podrán ser bajos y que gracias al bajo poder adquisitivo, redunde en el crecimiento, la debilidad forzada del mercado interno, como débil motor para lograr tasas de crecimiento a la altura de los cuantiosos recursos que todavía México conserva como Cuerno de la Abundancia, pero que importa señalan todos los funcionarios de gobierno partiendo de nuestro Presidente: Hay otros países que crecen menos, pero nuestra economía es “estable” y nos conformamos con tasas de 2.5 por ciento hacia abajo de crecimiento de Producto Bruto Interno, pudiendo, solo con una adecuada administración de los recursos lograr tasas arriba del 5 por ciento cuando México aún no era presa de la “Economía Global”
Mientras el presidente de Conasami comunicaba su postura sobre los salarios mínimos y el necesario incremento de la productividad para poder ser aumentados, la Asociación de Bancos de México (ABM),declaraba orgullosamente que “la banca en México, pasa por su mejor ciclo de la historia, el más largo y dinámico”
El ciclo que lleva la banca desde 2000 a 2015 es el de mayor crecimiento en los últimos 100 años en la historia de México. En este ciclo, dijo, “hemos venido creciendo al 3.8 por ciento promedio durante 15 años”.
“Hoy estamos cerca de alcanzar los niveles de penetración crediticia más altos de la historia de México, y este ciclo virtuoso nos va a llevar a que en los próximos meses alcance la máxima penetración crediticia, medida como crédito privado como porcentaje del producto interno bruto (PIB).
El año de 2015 ha sido el más dinámico del ciclo, cuando el crédito avanzó 5.2 veces el PIB, es decir, crecimos 12.9 por ciento contra el 9.3 por ciento real promedio del ciclo. En todo este ciclo hemos logrado crecer 20.7 puntos porcentuales del PIB. Es el mejor año que ha tenido la banca en su desempeño durante el ciclo más virtuoso, sostuvo.
Al comparar con países emergentes, la banca en México está creciendo más que Brasil, Colombia, Corea del Sur, y ligeramente por abajo de Turquía y Rusia. Si nos comparamos con países desarrollados que tuvieron crecimientos exponenciales a partir de 2005, también quedamos muy por arriba de España, Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
Qué ironia, que contradicción de lo que es la economía bancaria, de su crecimiento comparado con el crecimiento global del país.
Si fuera cierto que los inmensos recursos canalizados por la banca privada y que se pusieran al alcance de la inversión productiva del país, otro gallo nos cantara, pero saben ustedes hacia donde se dirigen preferentemente los créditos? hacia el gasto corriente no productivo en donde las tarjetas de crédito tiene una preponderancia abismal y contribuyen fehacientemente al incremento de la cartera vencida de los bancos. Pero eso no lo dicen.
Es decir, no solamente se está endeudando a los trabajadores muy por encima de su capacidad de pago, sino que todo el conjunto de los recursos aplicados tiene una rentabilidad social, muy raquítica y !qué caro le sale al País todo el crecimiento de la banca!, porque se dice que para que históricamente un sector de la economía o de las finanzas crezca y gane, necesariamente habrá otro sector que históricamente pierda. ¿o no están ustedes de acuerdo?
Finalmente me despediré diciendo que, una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) determinó que es “humanamente imposible” que un trabajador pueda acceder a la Canasta Obrera Indispensable (COI), aquella que contempla alimentos y servicios, ya que para ello, tendría que laborar en jornadas de 51 horas con 44 minutos”, claro, si aceptamos que para en incremento del salario mínimo es condición forzosa el incremento de la productividad como señala Basilio González.
Este escenario es resultado, dice el estudio, de las políticas económicas, salariales y sindicales de cada uno de los gobiernos en turno y a favor de grandes empresas tanto nacionales como extranjeras, “políticas con expresiones y rostros que han esclavizado a los trabajadores mexicanos en condiciones de vida y laborales cada vez más precarias, miserables, expresadas y concretadas, entre otras, mediante incrementos salariales nominales significativamente menores al aumento en el costo de vida de las familias trabajadoras”