Discurso y Posicionamiento de Heriberto Galindo en la toma de protesta de EPN
2 -Diciembre- 2012
Honorable Congreso de la Unión
C. Presidente.
Compañeras y compañeros Legisladores,
Señores Gobernadores,
Señoras y Señores Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Invitados especiales,
Representantes de los medios de comunicación social,
Amigas y amigos:
Esta ceremonia solemne que reúne a los poderes constituidos del Estado mexicano marca el inicio de una etapa enteramente nueva en la vida de México.
Nos congratulamos de que las instituciones de nuestra democracia constitucional permitan la transmisión pacífica y civilizada del poder y del gobierno en un plano de madurez.
Los ciudadanos votaron por una segunda alternancia que responsabiliza al C. Enrique Peña Nieto no solamente como titular del poder ejecutivo, sino como portador de mandatos que adquieren un carácter programático.
Los electores mandataron al nuevo Presidente de la Republica a recuperar la paz y disminuir la violencia, a lograr un crecimiento económico que multiplique la creación de empleos formales y modifique la distribución del ingreso; a combatir la pobreza y la desigualdad, a innovar y a mejorar la educación, a acabar con los privilegios fiscales, a defender y modernizar el patrimonio nacional , a ampliar la seguridad social y los derechos políticos, y a recuperar el liderazgo de México en el concierto internacional.
-Reconocemos avances pero también rezagos-
En la nueva etapa de la vida nacional que hoy inicia, asistiremos a grandes transformaciones de orden político, económico y social. Los mayores retos residen en formar nuevos, vigorosos y duraderos consensos y en articular con visión de futuro las transformaciones inevitables.
Quienes no abracemos el cambio transformador, correremos el riesgo de quedarnos a la zaga del progreso y de la historia.
¡! Por ello saludamos y respaldamos con entusiasmo El Pacto por México, que está por firmarse entre las diferentes fuerzas políticas!!
Es el Congreso, en su intrínseca diversidad una sede privilegiada del dialogo para la reconciliación y el cambio, para lograr los consensos a favor de la unidad en lo fundamental y para superar las confrontaciones.
El momento histórico exige renovación en la sociedad y la política, y en ello los partidos jugarán un papel de la mayor importancia. En el PRI habrá una renovación a fondo, un cambio de significado tan profundo como los hitos de 1929, 1938 y 1946 en el marco programático de los mandatos que Enrique Peña Nieto recibió.
La transición política de la nación deberá fortalecer la vía democrática y plural: Ensanchando la participación ciudadana, respetando los derechos de las minorías, ampliando la transparencia y la rendición de cuentas, y reduciendo significativamente las inequidades de género.
Nuestro sistema político está urgido de una renovación histórica de la clase política en su conjunto, de un adecuado entreveramiento generacional que cambie reglas, partidos e instituciones para que la nueva generación confíe, participe y se reconozca.
En el trato con las fuerzas de otros partidos, el PRI declara su compromiso para buscar siempre el dialogo sostenido y respetuoso, para poner por delante de los intereses particulares y de partido, los intereses superiores de la nación.
Es la hora de dejar atrás las tensiones de la competencia electoral para impulsar juntos las transformaciones que urgen al país.
Con un espíritu de sincera fraternidad convocamos a todas las fuerzas políticas a dejar atrás y superar las confrontaciones que se suscitaron en el fragor de la lucha electoral.
México reclama una política económica que ponga el ingreso de las familias en primer lugar, antes que las estadísticas, que tras los grandes números con frecuencia esconden injusticias e inequidades que no podemos prolongar más.
Debemos crecer con suficiencia, de manera sostenida y redistribuir el ingreso creando empleos, empresas y desarrollos exitosos.
La riqueza petrolera y energética que es y seguirá siendo patrimonio de todos los mexicanos precisa de cambios en su estructura y administración para convertirla en una empresa de punta, para impulsar con mayor fuerza el desarrollo nacional, con énfasis en las generaciones emergentes y en los grupos sociales más desprotegidos
Un mandato ineludible es recuperar la economía del campo mexicano, el volver a trabajar la tierra y producir alimentos con nuestros jóvenes educados en las nuevas técnicas agrícolas.
El mandato en desarrollo social es acabar con la desigualdad, la exclusión y el aislamiento. No se trata de cambiar las estadísticas y los números de la pobreza, si no de incluir a millones de mexicanos en el trabajo productivo del que hoy están excluidos.
Para erradicar la pobreza se requieren desarrollos productivos y empresariales que resuelvan sus causas y formen el capital humano y social que hoy se desperdicia.
¡! Tenemos que generar más empleos y mejor remunerados ¡!
En la transición social las comunidades tendrán voz y voto para recuperar la movilidad social y ponerla a producir.
Es un compromiso edificar el Sistema de Seguridad Social Universal, que incluya el acceso total de la población.
Es inaceptable condenar a la población indígena, rural y pesquera al aislamiento improductivo, y a los pobres de las zonas urbanas al desempleo, el hacinamiento y la economía informal.
No habrá reducción de la delincuencia mientras no ofrezcamos a nuestros jóvenes los empleos, la capacitación, el adiestramiento, la educación y la sana recreación que requieren las personas productivas.
En el ámbito internacional México fue, por décadas, un eje visible y actuante de la convivencia entre los pueblos y gobiernos.
La presencia de nuestra diplomacia fue indispensable para la relación de América Latina y el Caribe con los Estados Unidos. Fuimos un factor de estabilidad y pacificación.
Proclamamos hoy una diplomacia más activa y eficaz para relanzar a México.
En materia de migración el gobierno Mexicano debe reforzar sus acciones para proteger con mayor cobertura a nuestros connacionales que residen allende nuestras fronteras, y debemos, así mismo, estrechar más nuestros lazos solidarios con ellos. Pero el mismo trato digno que le exigimos al gobierno del vecino país del norte, debemos ofrecerlo a nuestros hermanos Centroamericanos que cruzan nuestro territorio en busca de trabajo.
Apoyamos los esfuerzos que impulsan la agenda de reforma migratoria a favor de nuestros compatriotas en Estados Unidos.
Estamos obligados moralmente a recuperar la calidad de las relaciones con Cuba y con Francia, y a fincar una nueva agenda con nuestros países hermanos de América Central.
La relación con los pueblos y los gobiernos de América del Sur debe ser reconstruida sobre la base de iniciativas de fondo que reconfiguren nuestros lazos de cooperación económica.
Compañeras y compañeros Legisladores:
Los cambios que vienen harán historia. Estamos al final de un periodo cuyos paradigmas ya se habían tornado obsoletos
El PRI entiende estas encrucijadas, asume estos mandatos y sabrá conducir, aportar y negociar los términos de las transiciones política, económica y social que nos toca encarar.
Hemos sido siempre parte de las soluciones, prueba de ello son las transformaciones y las reformas que hemos impulsado.
Hoy los desafíos son mayores y exigen del concurso de todos los mexicanos.
Estemos seguros de que el C. Enrique Peña Nieto como presidente de los Estados Unidos Mexicanos será el líder incansable de la construcción del México nuevo que reclama nuestra sociedad.
¡QUE VIVA MEXICO!
¡QUE VIVA ENRIQUE PEÑA NIETO!
¡POR LA GLORIA Y LA GRANDEZA DE LA PATRIA!
Palacio de San Lázaro (Ciudad de México a 1 de diciembre de 2012)