LOS HILOS DEL PODER
CUAUHTÉMOC RAMOS
LOS HILOS DEL PODER
JUNIO 20 DE 2017
MAZATLÁN, SINALOA MÉXICO.
CIERTO ES EL CRIMEN
INEFABLE EL GOBIERNO
SOCIEDAD CRIMINAL
SOCIEDAD CRIMINALIZADA
¿En materia de seguridad cómo amanecimos hoy los sinaloenses?
¿Contentos? ¿Satisfechos? ¿Preocupados?
Más bien sería razonar sobre la tercera pregunta, y cuál es la respuesta del gobierno, que los ciudadanos ansiosos y temerosos esperamos.
¿O podría alguien afirmar, que los sinaloenses estamos contentos y satisfechos con lo que vivimos, ante la ola criminal que arrasa y termina con la vida de personas diariamente?
La población no es una sociedad del crimen pero sí es un estado criminalizado.
Por la mañana del pasado 5 de Mayo así lo reconoció el rector de la UAS, doctor Juan Eulogio Guerra Liera, en la ceremonia del cumplimiento del 144 aniversario de la institución, a mi pregunta.
“La nuestra no es una sociedad criminal es una sociedad criminalizada”, repuso.
Lo que al parecer era el significado muy significativo de ese momento, horas antes en la sierra concordense tres maestros habían sido brutalmente acribillados y la descripción rectoral se vuelve indescriptible.
Que se maten entre villanos si en ese plano se circunscribe el crimen y su actividad, es muy de ellos, pero no los es cuando se trata de profesionistas ajenos al bajo mundo, y que la delincuencia acaba con las vidas de quienes están al servicio de la sociedad, y son los encargados de la educación en zonas tan inhóspitas.
Y son sus propios habitantes los que en tan aberrante zozobra conviven con forajidos, no los denuncian y callan, por temor a que los maten.
¿Y qué ciudadano de bien puede ver con optimismo los hechos que cancelan la esperanza de vida de muchos sinaloenses en este entorno inaudito?
Al llegar por la mañana del 12 de mayo a su despacho al abogado Miguel Ángel Sánchez Morán lo matan a balazos. Lo asesinan a tiros y la exclamación califica de muy lamentable ese homicidio.
Y el 24 de mayo, también por la mañana, cuando llegaba a la clínica del Issste de la que era Director, le quitan la vida a balazos al doctor Miguel Ángel Camacho Zamudio, sin dilación, inútilmente, lo llevan al quirófano donde falleció.
¿Cuántos más deberán morir bajo esas condiciones… los necesarios?
Qué inefable reflexión; pero segura y cierta.
Veredes pues… cosas veredes.