noviembre 24, 2024

CUAUHTÉMOC RAMOS LOS HILOS DEL PODER

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En el fragor de la lucha los mexicanos se reencuentran; Derrumbando las estructuras y acaban derribando mitos.

En su momento el Partido Sinaloense (PAS) fue el único instituto político con vocación democrática que sometió a juicio las propuestas de reformas del presidente Enrique Peña y que ningún otro partido sometió, ni siquiera a consulta interna mucho menos a consulta popular y abierta a la ciudadanía, como en su caso el PAS si la llevó a cabo en Sinaloa.
El PRI, el PAN y el PRD, no se opusieron, estaban encantados con el deslumbramiento de Enrique Peña Nieto y en aquel tiempo se dieron por bien servidos por conveniencia y los intereses políticos que a estos partidos les significaban y, véanlos ahora a todos ellos, que están padeciendo el desprecio de todos los mexicanos engañados y sin protección.
Obra decir que los resultados de la encuesta que el PAS realizó los sinaloenses rechazaron la reforma propuesta por el presidente Peña Nieto, como lo demostró el estudio de opinión respectivo, sin embargo la Legislatura local no validó la voluntad ciudadana; pero el PAS y sus tres legisladores en el Congreso respetaron la opinión de los sinaloenses y respetaron los muchos miles de sus votos que fueron en contra de la Reforma Energética.
Esta historia es conocida y existe constancia en las iniciativas que se presentaron en las Comisiones del Congreso, en la anterior Legislatura, donde no fueron pocas sino muchas las que le rechazaron al PAS, pero hablamos entre ellas de la Reforma Energética que desde el día primero de este año mantiene en una protesta nacional generalizada a los mexicanos y al presidente Peña Nieto en vilo.
Y en tanto se abonaban noblezas y se daban supuestos respaldos, abrumadores y generalizados, de los promotores oficializados que con mayor ímpetu proliferaron en los medios masivos de comunicación, los sinaloenses a través del PAS rechazaron la Reforma Energética y miles de ciudadanos consultados por ese partido así lo manifestaron y llevó sus voces y voluntades al Congreso pero los diputados no la aprobaron.
No pasó la iniciativa del PAS y si se pregunta por qué no pasó, la respuesta es muy sencilla y no pasó porque su destino fue relegarla a la congeladora por la mayoría de los diputados, ese departamento de suyo muy propio de los partidos mayoritarios, los que inercialmente están representados en el Poder Legislativo por el PRI y por el PAN y que interpusieron su valladar tradicional, antidemocrático, y casi sumario del abrumador mayoriteo de votos de los diputados en el pleno camaral.
Los partidos (“los grandes”), por ese tiempo estaban de plácemes viviendo su luna de miel en especie con Peña Nieto, encapsulados en el sofisma de la burbuja de corrupción pensando que al irle bien a Peña Nieto como presidente de México a los mexicanos nos iría mejor; pero hoy, los ilusos y antidemocráticos, pasmados por la realidad y el desvanecimiento del espejismo de la improvisación, tiemblan al derrumbarse la ficción de su proyecto de la Reforma Energética.
Veredes pues… cosas veredes.